jueves, 2 de febrero de 2012

Cómo prevenir y combatir la retención de líquidos (II)

• Bebe suficiente agua:
Mientras más agua bebas, podrás expulsar más fácilmente los líquidos sobrantes. Lo recomendado es beber de un litro y medio a dos litros diarios. También puedes ingerir zumos e infusiones. Para ayudarte a eliminar los fluidos acumulados durante la noche, bebe un vaso de agua justo al levantarte.

• Haz ejercicio:
Realiza actividades que impliquen mover las piernas, como caminar, nadar, andar en bicicleta, subir y bajar escaleras, etc. Esto facilita trabajo a los riñones.

• Dieta:
Una dieta rica en proteínas evita la retención de líquidos, pues tras la ingestión de alimentos que las contienen, el hígado produce albúmina, una sustancia necesaria para que los fluidos no se acumulen en los tejidos.

Tu dieta debes ser además rica en verduras, hortalizas, frutas, legumbres e hidratos de carbono complejos (pasta, arroz), así como alimentos ricos en potasio en general como el banano. Entre las verduras y hortalizas más recomendadas están: las patatas, tomate, calabaza, calabacín, setas, alcachofas, espárragos, y berenjenas.
Cómo prevenir y combatir  la retención de líquidos (II)

• Descansa
El reposo es esencial para evitar la retención de líquidos. Descansa ocho horas por la noche y si tu ritmo de vida lo permite, una hora después de comer. Si la retención de líquidos se acumula en las extremidades inferiores, recuéstate y eleva los pies, al menos una hora por las tardes. No uses ropa, zapatos o calcetines muy ajustados.

• Métete al agua:
Métete al mar, a la piscina o a tu bañera y una vez dentro, mueve las piernas para que los músculos bombeen los líquidos hacia la vejiga. La presión que ejerce el agua facilita la expulsión a través de la orina.

• Hierbas y vegetales diuréticos:

Existen muchas hierbas y vegetales con efecto diurético, entre ellos los más eficaces son las infusiones de perejil, hojas de olivo, enebro, caldos de puerros, cola de caballo, pepino y espárragos frescos.

Importante:

No utilices medicamentos diuréticos. Esto es especialmente importante para las mujeres que están embarazadas y sobre todo durante las primeras semanas de gestación.

Los diuréticos solo deben tomarse bajo prescripción médica, pues si se consumen habitualmente, pueden provocar el efecto contrario o rebote, es decir , hacer que el organismo retenga sales y agua. En todo caso sustitúyelos por alimentos con efecto diurético.

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