Dos equipos de científicos británicos y canadienses han logrado crear
células humanas directamente a partir de la piel de un paciente,
eliminando así la necesidad de recurrir a embriones.
Los resultados de las investigaciones de ambos equipos, anunciados por
la revista Nature, son un paso importante en la búsqueda de tratamientos
seguros para la sustitución de tejidos dañados de cualquier parte del
cuerpo.
Debidamente manipuladas por los científicos, las células de la piel
asumen las propiedades de las células madre obtenidas normalmente de
embriones de forma que pueden transformarse en cualquier tipo de tejido
del cuerpo humano.
Previamente sólo era posible crear esas células troncales pluripotentes
inducidas (siglas en inglés: iPS) utilizando virus para insertar los
cuatro genes que llevan a cabo la reprogramación.
Pero los virus modificaban el ADN de las células de tal forma que
aumentaba el riesgo de cáncer, con lo que la técnica resultaba demasiado
arriesgada para su empleo en pacientes humanos.
Otro peligro que existía era que los cambios provocados por los genes condujesen a anomalías de desarrollo.
Pero ahora, los científicos han logrado evitar el uso de virus y eliminar los genes una vez que éstos han cumplido su tarea.
Los equipos británico y canadiense lograron insertar los cuatro genes en
un único segmento de ADN para que llevasen a cabo las reprogramaciones
necesarias y luego los eliminaron antes de que pudieran causar daños.
La técnica, descrita en la versión de internet de Nature, fue
desarrollada tanto en células de la piel de personas como en la de
ratones de laboratorio.
Las pruebas llevadas a cabo con las células reprogramadas indican que se
comportan exactamente como las células madre procedentes de los
embriones.
Todo ello permite a los científicos pensar más seriamente en la
posibilidad de utilizar ese tipo de células pluripotentes para
reemplazar tejidos en personas aquejadas de enfermedades degenerativas o
hasta ahora incurables.
Esas células podrían eventualmente transformarse en neuronas cerebrales,
células pancreáticas productoras de insulina, en hueso o cartílagos,
músculo cardíaco o cualquier otro tejido del cuerpo humano.
Al proceder de las células de la piel del propio paciente se resolvería de paso el problema de rechazo.
Las células embriónicas son mucho más versátiles que las células troncales "adultas", que tienen una aplicación limitada.
Los dos equipos que han colaborado en esos trabajos son uno del Centro
de Medicina Regenerativa de la Universidad de Edimburgo, dirigido por
Keisuke Kaji, y otro de la Universidad canadiense de Toronto, encabezado
por Andras Nagy.
"Este nuevo método hará progresar el campo de la medicina regenerativa y
nos ayudará a entender muchas enfermedades y a probar nuevos fármacos",
dijo el doctor Kaji.
"Se ha dado un paso hacia el uso práctico de células reprogramadas en la
medicina, tal vez eliminando la necesidad de utilizar embriones humanos
para obtener células troncales", agregó el experto.
Los cuatro genes necesarios para crear las células iPS son c-Myc, Klf4, Oct4 yXox.
Tan pronto como estos genes reprogramaron las células, los científicos
los eliminaron antes que pudieran causar perturbaciones en otros genes.
Este problema lo resolvieron a su vez los científicos canadienses
dirigidos por el doctor Nagy, que lograron eliminar los genes sin dejar
huellas.
El director del Centro de Medicina Regenerativa del Consejo de
Investigaciones Médicas del Reino Unido, Ian Wilmut, advirtió de que
pasará aún algún tiempo antes de que puedan administrarse a pacientes
las células iPS, pues hace falta desarrollar un método capaz de generar
los distintos tipos de células a partir de las de la piel.
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