Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en
Estados Unidos, probaron una vacuna experimental con 55 adictos a la
cocaína durante un ensayo clínico que duró 24 semanas.
Los resultados del estudio fueron publicados en Archives of General
Psychiatry (Archivos de Psiquiatría General). Los científicos hallaron
que el 38% de los participantes logró alcanzar los niveles adecuados de
anticuerpos para dejar de experimentar la sensación de euforia que
produce la droga.
La vacuna actúa “envolviendo” a la cocaína para que ésta no tenga
efectos en el cerebro, el corazón o cualquier otro órgano”, “éste es el
primer ensayo controlado exitoso de una vacuna contra la cocaína”,
señalan los científicos.
De acuerdo a estudios previos llevados a cabo con animales y humanos,
los niveles altos de anticuerpos anticocaína en la sangre pueden
evitar que los adictos experimenten esa sensación.
Sin embargo, los investigados subrayaron que quienes lograron con la
vacuna el nivel alto de anticuerpos, sólo lo mantuvieron durante dos
meses, por lo que sería necesario repetir las inyecciones.
Según los investigadores, los efectos de los niveles altos de
anticuerpos comenzaron a verse hasta la octava semana de la prueba.
Tomando en cuenta que en promedio, un paciente llega al tratamiento
después de seis a ocho años de abuso de la droga, quizás se necesitarán
unos dos años de vacunas, señalan los científicos.
En la investigación, se reclutó a 115 individuos dependientes a la
cocaína y a opioides (como morfina o heroína) y se les seleccionó de
forma aleatoria para recibir cinco inyecciones de la vacuna activa o
cinco inyecciones de un tratamiento simulado durante 12 semanas.
De los 55 individuos que completaron el ensayo, 21 (38%) lograron
niveles de anticuerpos de 43 microgramos por mililitro o más. Los que
obtuvieron ese nivel de anticuerpos tenían muestras de orina
significativamente más limpias de cocaína (45%) entre las semanas nueve y
16 del estudio que aquellos con niveles más bajos de anticuerpos y los
que recibieron los tratamientos placebo.
Tal como señalan los investigadores, la proporción de participantes que
lograron reducir su uso de cocaína a la mitad fue significativamente
mayor entre los que recibieron la vacuna activa (53%) comparado con el
grupo del placebo (23%).
Los científicos afirman que los efectos adversos asociados con la vacuna fueron de leves a moderados.
El síntoma del que se quejaron con más frecuencia los participantes fue endurecimiento y dolor en el sitio de la inyección.
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