Cuando se trata del bienestar de tu familia en la mesa, es importante considerar no solo el sabor y la calidad de los ingredientes, sino también cómo comprarlos, cocinarlos y almacenarlos para evitar que se contamine la comida que le sirves a tus seres más queridos.
Toma en cuenta estos tips que podrás compartir con tu familia y poner en práctica la próxima vez que salgas de compras, prepares tus platillos y guardes lo que sobra. ¡Al cuidar la comida cuidarás a tu familia aún mejor!
Al comprar y refrigerar los alimentos
- Separa en bolsitas de plástico la carne de res, el pollo y el pescado dentro del carrito de compras. Evitarás que los jugos contaminen otros alimentos.
- Guarda las carnes crudas en bolsas de plástico con cierre y en el estante de abajo del refrigerador para que no se escurran los jugos sobre otros alimentos.
- Refrigera los huevos en su cartón original y colócalos en un estante donde les dé aire frío, en vez de en la puerta del refrigerador. De esta manera ayudarás a que no se desarrollen bacterias.
- Limpia las superficies de tu cocina con agua caliente y jabón o cloro diluido (1 cucharada de cloro por cada galón de agua) antes de empezar a cocinar para desinfectar el área de cocina.
- Pídeles a todos que se laven las manos con agua tibia y jabón por 20 segundos antes y después de cocinar. Al lavarse las manos ayudarán a que los microbios no se pasen a la comida.
- Utiliza una tabla y un cuchillo distintos para cada tipo de alimento, como frutas y verduras, pollo, pescado, cerdo, y carne roja. Tomando esta medida ayudarás a prevenir la contaminación entre varios tipos de alimentos.
- Marina las carnes crudas dentro del refrigerador. La refrigeración ayuda a retrasar la descomposición de los alimentos crudos.
- Hierve la salsa del marinado antes de agregarla a los alimentos cocinados. Hervir la salsa ayuda a reducir las bacterias.
- Sirve la comida con utensilios y platos limpios que no se hayan usado para cocinar. Así no tendrás que preocuparte de contaminar la comida cocinada.
- Refrigera la comida en recipientes limpios, poco profundos y con tapas no más de 2 horas después de prepararla. Esto sirve para combatir el proceso de descomposición.
- Deja dos pulgadas entre cada recipiente dentro del refrigerador para que circule bien el aire y los alimentos se mantengan frescos lo más posible.
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