jueves, 1 de marzo de 2012

Cuide su cerebro de un Ictus: Parte 2

Tipos de Ictus

Existen diferentes tipos de ictus o Accidentes Cerebrovasculares, entre ellos el más habitual es el Ictus Isquémico, que se produce en el 85% de los pacientes y está asociado con la hipertensión, el colesterol elevado, las alteraciones del ritmo del corazón y el consumo de tabaco. 

Existe también el denominado Ictus Hemorrágico, producto de una hemorragia que se origina por la rotura de algún vaso sanguíneo del cerebro. Este representa el 15% de los casos y se ve favorecido por la prevalencia de hipertensión arterial.

Finalmente tenemos el ataque isquémico transitorio, que se da cuando el paciente experimenta de forma leve algunos de los síntomas propios de un Ictus. Este ataque no suele dejar secuelas y presenta una duración inferior a 24 horas. Sin embargo, supone una seria advertencia de riesgo de sufrir un ictus definitivo.

¿Cuáles son los síntomas del ictus?

Los síntomas de un ictus se presentan de manera repentina, pueden ser episódicos (ocurren y luego se detienen), o bien pueden empeorar lentamente con el tiempo. Los síntomas del ictus dependen de qué parte del cerebro haya sido afectada. 

Si el ictus afecta la región izquierda del mismo, pueden presentarse todos o algunos de los siguientes síntomas: parálisis del lado derecho del cuerpo, problemas del habla o del lenguaje, comportamiento enlentecido, pérdida de memoria.

Si por el contrario, la parte afectada es la región derecha del cerebro, se presentará parálisis del lado izquierdo del cuerpo, problemas en la visión, comportamiento inquisitivo y/o acelerado.

Algunos síntomas que pueden aparecen de forma repentina son: adormecimiento o debilidad en la cara, el brazo o una pierna, cambio en la lucidez mental, dificultad para hablar o entender a otros, dificultad para deglutir, leer o escribir, dolor de cabeza, pérdida de la coordinación o del equilibrio, cambios en los movimientos del cuerpo, disminución o pérdida de la visión, naúseas, vómitos, crisis epilépticas, entre otros.

Diagnóstico del ictus

Hay varios exámenes que pueden ayudar a determinar el tipo, la localización y la causa de un ictus o accidente cerebrovascular, entre ellos:

Angiografía de la cabeza, Conteo sanguíneo completo (CSC), Tiempo de sangría, Exámenes de la coagulación sanguínea, Electrocardiograma (ECG), Ecocardiografía, Dúplex carotídeo, Tomografía computarizada o resonancia magnética de la cabeza, Monitoreo cardíaco. También existen algunos exámenes nuevos, llamados angiografía por resonancia magnética (ARM) o angiografía por tomografía computarizada.

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